110. improbisacion postcomida

Me motiva mucho mas escribir en mi cuaderno, cerrar muy fuerte los ojos y acabar en algun desierto, evadirme de la vida cual idealista parnasiano que decide amar a un cisne mas que su perro o a su gato. Yo tuve un pez de colores para hecerme compañia y a veces le cantaba aunque me fallaban las melodias.

107. 24 horas al dia, 7 dias a la semana, 4 semanas al mes, 12 meses al año..

Miraba contemplativa las luces verdes reflejadas por aquella enorme bola de discoteca mientras divagaba por los rincnes de su subconsciente, solo la parada repentina de aquella musica estruendosa que tanto le gustaba escuchar consiguio sacarla de su ensoñacion a ojos abiertos. El antro estaba oscuro y sus amigas charlaban contentas, aunque estaba lleno de cuarentones semicalvos intentando ocultar tras cada risotada falsa su miedo antre los tiempos que corren, su tristeza ante el crudo paso de sus años que desgraciadamente no hacia ningun bien en sus desproporcionadas barrigas. Este equilibrio obalado qedaba roto en la barra donde lo mas redondo que podia verse eran las vertiginosas curvas de aquella rubia de bote intentando sacar probecho de alguno de los veteranos aun solteros, preferi dejar de fijarme en el desalentador panorama y di otro sorbo a mi copa de balon donde se ahogaban pensamientos cúbicos con medialunas ácidas en un combinado mal hecho de vodka con limon...

109. Porque tu y solo tu pones la competición bien alta, tu eres todo lo que me hace falta

Después de casi dos meses de sequía de lucidez mental y unas cuantas cosas mas que antes solían caracterizarme, aunque fueran en cantidades mínimas cada día las echo mas de menos, vuelvo... han sido tiempos turbulentos para que engañarnos pero este verano promete y ya estoy mas negra que un conguito así que solo queda fardar ^^

Solo le quedaban unos meses para cumplir 22 y seguía teniendo poca fé en sí mismo a pesar de lo que ella solía reprochárselo, si lo hubierais visto desde luego no lo habríais comprendido… su metro ochentaymucho, su pelo moreno y esos increíbles ojos marrones dejaba a cualquiera con la boca abriera, o al menos conseguía causar en ella ese efecto… efecto que a día de hoy sigue causándole a pesas de lo pasado, de su presente y tal vez de lo que ya se anunciaba para el futuro próximo. Su enfermizo amor por la música rock y los variopintos temas indies que estaban de moda entonces eran algo que llenaba sus horas, horas en las que a ella le gustaba colarse con la esperanza de él desvelara alguno de los ápices de su profunda, inaccesible e imposible forma de pensar. Sin duda el no era perfecto y sus manías eran cada día más, y lo digo porque lo sé de buena tinta; hacer competición de manías es uno de sus pasatiempos favoritos, no se sabe si para pasar un rato, o para alejar al contrincante de sí mismo como método de protección, para evitar que nadie rompa su coraza, que nadie llegue a su maltrecho corazón que en su interior aun palpita como puede, lastimoso por el dolor que alguien le causo en el pasado o simplemente por todo es esos fallos que no quiere volver a cometer.